Filloas, crêpes made in Galicia
Para los que piensen que los crêpes son un invento genuinamente francés, hay que reivindicar la versión gallega que se disputa el origen de esta receta. Y es que As filloas normalmente se preparan como postre (ahí quien las pone incluso con el cocido gallego en la variante “sin azúcar”) y se pueden aderezar con cualquier ingrediente que dicte la imaginación del comensal.
Los puristas de esta receta sostienen que la verdadera filloa es la de sangre, que se elabora desde tiempos inmemoriales en la Galicia rural con la sangre de cerdo de la matanza, que generalmente tenía lugar en los meses de noviembre y diciembre. La sangre debe ser muy fresca y reciente para evitar que se coagule, y eso es un problema para restaurantes u hogares no cercanos a granjas de confianza convenientemente controladas. Era un plato muy típico durante los Carnavales, aunque ahora se toma todo el año.
Aquí nos centraremos en la variante “blanca” de la filloa, más apta para todos los gustos y sensibilidades.
Receta de Filloas:
Ingredientes para 4 personas:
- 6 huevos
- 200 gr. de harina
- 1/2 litro de leche
- Dos vasitos de agua
- 75 gr. de mantequilla (para untar la sartén)
- 50 gr. de tocino de cerdo
- Sal
- 4 o 5 cucharadas de azúcar
- Canela en polvo
Dificultad:
Muy fácil y divertido, según las habilidades del cocinero.
Elaboración:
– Se baten los huevos con sal, azúcar y canela.
– Una vez batidos, se añade la harina, la leche, el agua, la canela, la sal y el tocino de cerdo hasta conseguir una pasta amarillenta semi-líquida. Se puede dejar reposar 15 minutos para que la mezcla cuaje un poco más.
– Se calienta la sartén o filloeira, que es una plancha especial sin bordes o con bordes muy bajos con forma de crêpe, y se unta con la mantequilla dejando una película fina de grasa en la sartén.
– Una vez caliente, se vierte la medida de un cazo de la mezcla, extendiéndola por la sartén con el grosor de dos o tres hojas de papel. Lo suficientemente gruesa para que no se rompa al darle la vuelta, pero no tan gruesa como un crêpe o un pancake.
– Enseguida, se tornarán dorados los bordes y algunos grumitos. Es el momento de darle la vuelta cogiéndola con los dedos. Una vez se vuelva a dorar por ese lado se retira del fuego y se coloca en un plato llano.
– Se repite la operación con cada filloa hasta que no quede mezcla de la pasta y en el plato haya una pila de filloas. Importante: deben quedar extendidas unas sobre otras formando una torre. Así se mantienen calientes y con una textura más fina.
– Finalmente se cogen una a una y se enrollan colocándolas en una bandeja o plato grande. Una vez enrolladas se espolvorean con azúcar y se sirven.
* Variante: Antes de enrollarlas se pueden rellenar con mermelada al gusto, chocolate, nata, crema pastelera, miel, frutas, etc.
Foto Vía: La cocina de Bender

Buenísimas. Mi madre las hace en Carnavales. Eso sí, la de sangre no la pruebo ni aunque me paguen.
Mmmmmmmmmm!!!! Rellenas de plátano y crema de chocolate!!!!
Mi vieja hacia las de sangre, muy buena para combatir el frio del invierno, deliciosa!!!
el tocino se mezcla en taquitos o lonchas? jajaja.
En todo caso lo que se mezclara es la mantequilla y el tocino se usa para engrasar la sartén.
Si alguien intento estas filloas… me encantaría verlas!!!