Pan de calabaza, legado de los amerindios

Pan de Calabaza

Antes de ser colonizada, en América del Norte, las tribus amerindias vivían repartidas en cinco zonas principales del Estados Unidos: el noreste, el sur, las Grandes Llanuras, la costa del Pacífico y los desiertos del suroeste. Según hallazgos arqueológicos datados sobre el 3000 a.c., estos pueblos ya manejaban las artes de la pesca.

Algunas tribus eran exclusivamente recolectores, y sobrevivían comiendo de las frutas y hortalizas que se daban en sus tierras. Otras practicaban la agricultura, y usaban métodos de cultivo que les permitían producir cosechas en el mismo suelo durante muchos años.

Cuando llegaron los colonizadores, ya los nativos americanos eran expertos en el modo de cultivar hasta 100 clases de productos diferentes. Estos eran utilizados tanto como alimento, como en medicinas y para elaborar colorantes.

Preparemos hoy un delicioso Pan de Calabaza como homenaje a su legado:

  • Ingredientes para 6 personas:

– 1 y 1/2 tazas de azúcar.

– 1/2 taza de aceite.

– 1 taza de calabaza para el relleno (ya sea en conserva o bien elaborada por nosotros mismos por medio de cocción).

– 2 huevos.

– 1/2 taza de agua.

– 3/4 taza de harina de trigo integral.

– 1 y 1/4 de harina blanca de trigo.

– 1 cucharadita de bicarbonato.

– 1 cucharadita de sal.

– 1/4 cucharadita de levadura.

– 1/2 taza de pasas o arándanos secos.

– 1/2 taza de nueces picadas.

– 1/2 cucharadita de canela, clavo de olor y nuez moscada (a parte iguales).

  • Preparación:

– Precalentar el horno a 150 grados centígrados.

– En un bol, mezclar el azúcar, el aceite, la calabaza, los huevos y el agua. Ligar bien todos los ingredientes hasta que quede homogéneo.

– En otro recipiente, mezclar la harina integral, la harina blanca, el bicarbonato, la sal y la levadura.

– Unir las dos mezclas, batiendo bien sin que queden grumos.

– Añadir por último las pasas o los arándanos secos ( o las dos cosas si quieres), las nueces, las especias y procurar que todo esté bien repartido.

– Verter la masa en un molde previamente engrasado.

– Mantener en el horno durante más o menos una hora, o bien hasta que el pan adquiera un tono dorado en la parte superior. También se puede probar si está hecho pinchando con un tenedor. Si los dientes salen limpios es señal de que la cocción debe finalizar.

Este pan se suele servir frío, así que se recomienda dejarlo a temperatura ambiente durante un par de horas y luego meterlo a enfriar en la nevera.

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