Arroz con hongos, plato del Norte de Italia
Si bien cada vez que se nombra la gastronomía italiana, uno tiende a asociarla con las pastas, pizzas, lasañas y salsa pomodoro, también existe otro tipo de comida típica e ingerida el Norte de Italia (especialmente las regiones de Lombardía, Piemonte y Veneto) como lo es el “risotto”.
De origen italiano, esta especie de “minestra asciuta” (sopa seca), está hecho a base de arroz de grano corto (de poco almidón) sumergido en caldo de pollo o verdura, el cual suele servirse de manera mantecosa o cremosa. Lo importante es que quede al punto justo, al dente. Es así, que hoy os dedicaremos a la receta de cómo preparar un delicioso risotto de portobellos y setas.
Ingredientes para 4 comensales:
- 300 gramos de arroz tipo Arbório o Carnaroli
- 2 cebollas grandes
- 4 ajos
- 300 gramos de portobellos
- 1 taza de setas deshidratadas
- Caldo de verduras o pollo (queda a gusto de vosotros)
- Manteca
- 1 latita de azafrán
- Queso parmesano (o cualquiera semiduro)
Preparación:
– Previamente a comenzar con la elaboración de la receta, debéis tener hecho el caldo y el resto de los ingredientes ya cocidos, preparados para añadir.
– Ahora si, picar la cebolla y los ajos en cuadraditos pequeños.
– En un bol, agregar las setas para remojar en agua fría y dejar reposar durante aproximadamente media hora. Luego picar en tiras finas.
– Cortar los portobellos en láminas y saltearlos en una cucharada de cebolla picada en una sartén con manteca, sal y pimienta. Retirar y reservar.
– En la manteca sobrante, rehogar la cebolla y los ajos. Cuando esté transparente, incorporar el arroz, salpimentar y cocinar durante dos minutos revolviendo constantemente (de esta manera se comienzan a mezclar los sabores).
– Agregar un cucharón de caldo y seguir revolviendo (siempre a fuego suave). De a poco, continuar con más líquido hasta obtener el arroz al punto dente (15 a 20 minutos). Por último añadir el azafrán.
– A continuación, lanzar los portobellos ya salteados y las setas hidratadas. Seguir revolviendo hasta que tome el punto que os deseen.
– Previamente a servir el plato, podéis incorporar un poco de manteca y queso para aumentar la cremosidad. Acompañar con un buen vino y listo! Buen provecho!
Foto: Cocina y ciencia
